El mundo empresarial actual es muy complejo y, como consecuencia, los negocios requieren cada vez de una mayor cantidad de sistemas para poder llevar a cabo sus operaciones empresariales. A medida que una compañía crece, aumentan sus tareas, su equipo de trabajadores y, evidentemente, su actividad empresarial. Cuando esto ocurre, es necesario adquirir o disponer de más sistemas para llevar a cabo las operaciones. Si estos sistemas no están conectados entre ellos y no comparten e intercambian información, el rendimiento de la empresa se puede ver muy afectado. Precisamente por esto, la interoperabilidad se ha convertido en un aspecto imprescindible para garantizar el buen funcionamiento de una empresa.
Cuando hablamos de interoperabilidad nos referimos a un funcionamiento que, a través de la tecnología, consigue que todos los sistemas y aplicaciones de un negocio estén integrados. Por lo tanto, la interoperabilidad permite el intercambio de datos entre distintos sistemas y, a su vez, transforma las rutinas empresariales ya que supone que los distintos departamentos compartan datos e información y trabajen de forma conectada.
En el panorama actual, los negocios disponen de grandes cantidades de datos (big data) que, a su vez se encuentran y utilizan en una gran cantidad de aplicaciones o sistemas distintos. Esto conlleva complicaciones ya que cada sistema almacena y gestiona los datos de una forma distinta y, por lo tanto, los múltiples departamentos de una empresa no pueden intercambiar información, o hacerlo resulta demasiado tedioso y complejo.
Además, los diferentes sistemas contienen datos dispares y de características desiguales según el departamento en el que sean usados o las funcionalidades que ocupen. Es decir, las empresas cuentan con muchos sistemas o aplicaciones que, a su vez, disponen de información que está en formatos dispares y que, por lo tanto, a la hora de intentar entenderla, es como si estuviera en distintos idiomas. La interoperabilidad, pues, es la pieza de unión que actúa como traductor entre todas ellas, consiguiendo que la información esté integrada y sea accesible, entendible, tratable y útil en su conjunto.
Además, evita tareas innecesarias y agiliza la actividad empresarial, evitando interrupciones en los procesos o que alguien tenga que ocuparse de traspasar la información de un sistema a otro de manera manual. Este proceso disminuye el tiempo dedicado a tareas innecesarias, eliminándolas y permitiendo que el equipo pueda dedicarse a labores más productivas.
Asimismo, la interoperabilidad es necesaria para gestionar los datos maestros de forma adecuada, para el intercambio de información con terceros y para consolidar los datos.
La interoperabilidad, pues, actúa como recurso para uniformar todas las aplicaciones de una organización. Es decir, consigue que la información de las diferentes aplicaciones esté en un solo idioma, que sea entendible para todos y desde cualquier sistema.
Por otro lado y como ya se ha mencionado, es importante tener claro que los datos que contienen estos sistemas también deben estar integrados. De hecho, hoy en día, la integración de datos es otro de los requisitos vitales para que un negocio progrese de la manera esperada. Sin integración de datos, es complicado que las empresas dispongan de la información y los insights necesarios para tomar decisiones adecuadas. Además, se ha demostrado que la integración de datos conlleva muchos otros beneficios como avalar que la información de la que disponemos es fiable, promover la innovación en estrategias empresariales y un ahorro en tiempo y dinero.
Hay muchas herramientas, procesos y software que pueden ayudar a garantizar la interoperabilidad en una empresa. Algunos de los más comunes incluyen:
Interfaces de programación de aplicaciones (API): Las API permiten que diferentes sistemas se comuniquen entre sí y compartan información de manera fluida.
Formatos de archivo abiertos: Utilizar formatos de archivo abiertos como XML, CSV o JSON puede ayudar a garantizar que la información sea legible y accesible para diferentes sistemas.
Integración de sistemas: Las soluciones de integración de sistemas, como Microsoft Power Automate o Zapier, pueden ayudar a conectar diferentes aplicaciones y servicios para una mejor interoperabilidad.
Protocolos de comunicación estándar: Utilizar protocolos de comunicación estándar como HTTP o FTP puede ayudar a garantizar que diferentes sistemas puedan comunicarse de manera efectiva.
Herramientas de normalización de datos: Las herramientas de normalización de datos, como Talend o Informatica, pueden ayudar a garantizar que la información esté estructurada y sea consistente en todos los sistemas.
En general, la clave para asegurar la interoperabilidad en una empresa es utilizar estándares y tecnologías abiertas que permitan la comunicación y el intercambio de información entre diferentes sistemas. También es importante tener en cuenta las necesidades específicas de la empresa y elegir las herramientas y tecnologías adecuadas en función de ellas.
Hemos explicado para qué sirve la interoperabilidad y por qué motivos debería formar parte de cualquier negocio que pretenda estar al día y operar con efectividad. Pero, ¿en qué consiste realmente?
A la práctica, la interoperabilidad se desempeña mediante los siguientes procesos:
Si quieres conocer la solución creada por Bismart para aplicar la interoperabilidad de forma óptima y solucionar los problemas asociados a su implementación.
En el mundo empresarial de hoy, es esencial tener un control sobre los datos con los que se trabaja. Los datos están ganando un papel cada vez más importante en el crecimiento y mejora del rendimiento de un negocio, ya que proporcionan información valiosa para optimizar las estrategias empresariales. La integración de datos es un requisito clave para lograr esto. Como su nombre indica, la integración de datos consiste en unificar todos los datos de diferentes departamentos de una empresa en un solo lugar, a menudo en un data warehouse.
¿Qué es la integración de datos?
La integración de datos es una solución estratégica que tiene como objetivo unificar los datos de diferentes departamentos de una empresa en un único lugar, comúnmente un data warehouse. Este proceso incluye la recopilación, limpieza, filtración, conversión a un formato único, y almacenamiento de los datos. La integración de datos permite analizar la información de manera más rápida, eficaz y fiable, lo que puede mejorar la productividad y la toma de decisiones en la empresa. La integración de datos es esencial para obtener una visión completa y coherente de los datos de la organización y para optimizar las estrategias empresariales.
La integración de datos no es un proceso fácil y comprende tanto la unificación como la transformación y el procesamiento de los datos. Es decir, después de recopilar los datos, se limpian (por ejemplo, eliminando valores nulos o información innecesaria), se filtran (verificando su fiabilidad, validez y relevancia) y se convierten en un mismo formato para su procesamiento. Los datos curados entonces se pueden ordenar, agregar y combinar para obtener nueva información valiosa y confiable. Finalmente, los datos se cargan en un único lugar de almacenamiento donde se mantienen actualizados a lo largo del tiempo. ¿De qué sirve tener una gran cantidad de datos si no se pueden analizar en conjunto?
Por ejemplo, si una empresa quiere lanzar un nuevo producto o servicio, es necesario analizar la información de productos o servicios anteriores, la información de la competencia y la de las buyer personas, etc. A menudo, esta información está almacenada en diferentes lugares y cada departamento se ocupa de su propia evaluación. Este enfoque es un error común, ya que para obtener una visión global es fundamental analizar los datos de manera conjunta, comparando y contrastando todas las variables.
Con la integración de datos, toda esta información está disponible en un solo lugar y todos los departamentos tienen acceso a ella. Además, ya se ha filtrado, procesado y combinado, por lo que es más rápido, eficiente y confiable extraer nuevas conclusiones. Este proceso no solo facilita mucho el trabajo, sino que también mejora la productividad y potencia la toma de decisiones de inteligencia de negocios.
Hay varias técnicas para la integración de datos. En Bismart, personalizamos el proceso para satisfacer las necesidades únicas de cada organización y utilizamos ETL (Extract, Transform and Load) y SSIS (SQL Server Integration Services).
Las principales ventajas de la integración de datos son:
Mejora de la eficiencia y productividad: Al tener todos los datos en un solo lugar y estar unificados, se facilita el acceso a ellos y su análisis, lo que mejora la eficiencia y productividad de los departamentos de la empresa.
Toma de decisiones más informadas: Al tener información más precisa y actualizada, la toma de decisiones se vuelve más informada y efectiva.
Aumento de la fiabilidad y calidad de los datos: Al integrar los datos, se lleva a cabo un proceso de limpieza y filtrado que aumenta la fiabilidad y calidad de los datos.
Mejora de la flexibilidad y escalabilidad: La integración de datos permite que las empresas puedan adaptarse mejor a los cambios y seguir creciendo a medida que sus necesidades evolucionan.
Reducción de costos: Al mejorar la eficiencia y productividad, se reduce el tiempo y el esfuerzo dedicado a la gestión de datos, lo que a su vez reduce los costos.
Mejora de la experiencia del cliente: Al tener una visión más completa y actualizada de los datos de los clientes, las empresas pueden personalizar mejor sus productos y servicios y ofrecer una experiencia más satisfactoria a sus clientes.
Ahorro de tiempo: La automatización del proceso de recopilación, tratamiento, transformación y consolidación de datos significará una disminución significativa de la carga de trabajo para los analistas y científicos de datos, permitiéndoles dedicar este tiempo a tareas más productivas.
Control y poder sobre los datos: La integración permite la gestión de todos los datos de una empresa desde un lugar centralizado, lo que facilita la identificación de errores o mala gestión y reduce el tiempo de administración.
Aprovechamiento de todos los datos: La integración de datos uniformiza todos los tipos de datos y los hace accesibles, independientemente de su formato. A menudo, las empresas ignoran datos importantes durante sus análisis porque estos datos se pierden en el camino o están en formatos muy complejos de extraer y unificar con otros conjuntos de datos. La integración de datos resuelve esta problemática y permite aprovechar el valor de todos los datos.
Nuevas estrategias empresariales: La integración de datos puede impulsar la creación de nuevas estrategias empresariales más informadas y efectivas para la empresa.
Seguridad de datos: El proceso contribuye a garantizar la seguridad de tus datos, que serán gestionados y transformados para que solo las personas pertinentes puedan acceder a ellos.
Data compliance: La administración centralizada y única también facilita el cumplimiento de las leyes relacionadas con la protección de datos, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en Europa.
Registro histórico: Tener los datos integrados en un solo lugar de almacenamiento que se actualiza permite tener un registro histórico de información.
Reducción de riesgos: La obtención de conocimiento y la verificación de datos contribuyen a mitigar los riesgos que pueden surgir de una mala gestión de los datos.
Las funciones mencionadas sirven para que los datos de una empresa sean de calidad y estén controlados por una política de data governance. Cuando hablamos de data governance (o gobierno de datos) nos referimos a una política empresarial que parte de la toma de decisiones en torno a los datos —tanto los propios como los de terceros que, además, en la mayoría de ocasiones son confidenciales—. Además, como su nombre indica, el gobierno de datos implica tener control y autoridad sobre los mismos mediante la toma de decisiones consciente y precisa sobre su tratamiento y la aplicación repetida de medidas de control.
El data governance está muy relacionado con el data quality, el data manegement (gestión de los datos) y el análisis de datos, que se suele poner en práctica a través de cuadros de mando, dashboards y muchas otras herramientas y aplicaciones. Si quieres descubrir las mejores herramientas de análisis de datos puedes leer este post. En Bismart, una de las pocas empresas en España que cuenta con la distinción de ser partner Power BI de Microsoft, trabajamos con Power BI, una de las herramientas que hacen posible disponer de un buen data management de forma más sencilla, eficaz y completa.
El data quality (calidad de los datos) sirve como garantía de que los datos de los que disponemos están siendo usados adecuadamente y está ligado a programas de gobierno de datos como SQL Server o Azure. Consideramos datos de calidad aquellos que cumplen los siguientes propositos: integridad, exactitud, relevancia y comprensión.
Analizar la calidad de nuestros datos es cada vez más importante debido a que la mayoría de las empresas toman hoy las decisiones a partir del análisis de datos y, por lo tanto, si nuestros datos no son de calidad, no podremos tomar las decisiones adecuadas. Además, el análisis de la calidad de los datos de los que disponemos nos ayuda a identificar errores, a corregirlos y a evitar ineficiencias empresariales. Si quieres aprender más sobre la calidad de los datos puedes hacerlo en nuestra entrada sobre la importancia del data quality.
En la actualidad, es fundamental que las organizaciones integren sus datos en un único lugar para aprovechar al máximo su potencial y aumentar su competitividad. Para lograrlo, se requiere realizar un proceso de Extracción, Transformación y Carga (ETL). En Bismart, hemos llevado a cabo numerosos proyectos de ETL en diversos ámbitos.
Uno de nuestros proyectos se desarrolló para una empresa líder en su sector, la cual contaba con una compleja serie de sistemas y tecnologías, como ERP, CRM y DWH, para satisfacer las necesidades de negocio. En esta organización, la heterogeneidad de los sistemas generaba la aparición de silos de datos. Esto tenía consecuencias como la duplicación de datos, inconsistencias, datos incompletos o inexactos. Además, la integración de datos entre los sistemas era complicada y costosa para los departamentos de TI.
Los principales desafíos que enfrentábamos al gestionar los datos eran los siguientes:
Datos dispersos: Al estar distribuidos en diferentes sistemas, los datos carecían de una comprensión común y se encontraban fragmentados en toda la organización.
Datos inconsistentes: Debido a la falta de sincronización entre los sistemas y la creación de datos en diferentes departamentos, la integración de los datos con el resto de los sistemas resultaba compleja, lo que ocasionaba inconsistencias. La falta de una identificación común dificultaba el análisis del comportamiento del cliente y el aprovechamiento de oportunidades de venta cruzada o aumento de las ventas.
Estado de los datos inexacto: Si los sistemas no compartían un estado de datos común, resultaba difícil capturar el estado de los datos en un momento determinado o en el tiempo.
Propiedad centrada en los datos: La mayoría de las aplicaciones empresariales no permitían que las empresas impusieran reglas de propiedad sobre los datos a través de las aplicaciones, como la identificación de dominios de negocio como productos o clientes. Esto dificultaba las auditorías y los seguimientos, ya que cualquier persona con acceso a la aplicación podía modificar los datos.
Falta de proceso de negocio: La mayoría de los sistemas no permitían que las empresas cumplieran con sus ciclos de vida y procesos para el gobierno de los datos. Esto significaba que los cambios en los datos requerían un proceso de aprobación posterior o control de calidad, lo cual no era posible debido a la rigidez del sistema.
Respuesta lenta a las necesidades cambiantes del negocio: Resultaba difícil reaccionar rápidamente a las necesidades cambiantes de las empresas cuando esto afectaba a varios sistemas. Esto no solo era propenso a errores, sino que también requería mucho esfuerzo y tiempo. Además, no existía un mecanismo definido para la distribución automática de los datos modificados entre todos los sistemas afectados.
Múltiples formatos de datos: Las empresas gestionaban grandes volúmenes de datos en diferentes formatos y de diversas fuentes. Dado que no existía un estándar único y centralizado para la integración de datos, las empresas tenían que invertir muchos recursos en la conversión y procesamiento de datos antes de distribuirlos a los sistemas correspondientes.
Fusiones y adquisiciones: Las fusiones y adquisiciones eran eventos frecuentes, lo que implicaba la necesidad de fusionar todos los sistemas en una sola entidad lógica. Estas transiciones agregaban más incoherencia de datos y aumentaban la disparidad entre los sistemas.
Cumplimiento normativo: Las auditorías externas en una empresa podían resultar costosas y complicadas. Sin un sistema centralizado, recopilar y combinar informes de varios sistemas para fines de auditoría y cumplimiento normativo resultaba difícil.
En conclusión, abordar estos desafíos y superar las limitaciones del gobierno de los datos es fundamental para lograr una gestión eficiente de la información y cumplir con las regulaciones. En Bismart, estamos comprometidos en desarrollar soluciones de ETL que permitan a las organizaciones optimizar sus procesos y obtener el máximo valor de sus datos.
La solución desarrollada por Bismart para esta organización consistió en implementar una plataforma de Gestión de Datos Maestros (MDM) que permitiera tener una visión unificada de los datos en toda la organización y lograr la interoperabilidad entre los sistemas involucrados.
El MDM es un proceso que implica recopilar datos empresariales de múltiples fuentes o sistemas, aplicar reglas y procesos estándar, construir una única vista de los datos y distribuir esta versión "dorada" a los diferentes sistemas empresariales, asegurando su disponibilidad para todos los usuarios de manera segura.
Es importante destacar que una plataforma de MDM difiere de un Data Warehouse (DWH). Mientras que este último se enfoca en facilitar el análisis de información a partir de datos históricos, transaccionales y de diversas fuentes, incluyendo el sistema MDM, el MDM se centra en la reconciliación de datos de múltiples sistemas para ofrecer una visión unificada de los datos maestros, especialmente para procesos operativos.
La información contenida en un MDM es más completa que en un data warehouse, ya que este último almacena únicamente los datos necesarios para el análisis posterior.
Con esta solución, la empresa pudo superar la dispersión de los datos al tenerlos centralizados en un único lugar. Además, la implementación del MDM mejoró la eficiencia, ya que la posibilidad de acceder a los datos de todas las fuentes y la compatibilidad entre los diferentes sistemas agilizó procesos como la gestión del ciclo de vida de los datos y las auditorías.
Asimismo, los usuarios ahora pueden introducir y manipular los datos directamente a través de una interfaz dedicada, lo que les brinda mayor control y capacidad de acción sobre los datos del MDM. Los indicadores de negocio integrados en el MDM también permiten establecer sistemas de notificación para procesos y actividades empresariales, lo que ofrece un mayor control, monitoreo y transparencia.
Otra ventaja significativa de la solución de MDM fue la reducción de errores en los datos. Gracias a la reconciliación de datos de varios sistemas y a esta reducción de errores, la empresa pudo incrementar su capacidad de respuesta ante las necesidades del negocio. Además, en caso de fusiones o adquisiciones, la empresa está mejor preparada y puede garantizar que estas acciones no generen incoherencias adicionales en los datos.
Existen múltiples plataformas de interoperabilidad empresarial y algunas como la EAI (Enterprise Application Integration) suponen un coste de adquisición muy elevado. Otras plataformas son eficaces cuando las compañías cuentan con pocos sistemas, pero acaban resultando insostenibles a medida que la cantidad de sistemas a integrar aumenta.
En Bismart, como expertos en gestión de datos, data governance, procesos ETL y operabilidad con Data Warehouse hemos logrado resolver las complicaciones que supone la interoperabilidad.
Trabajamos con las herramientas de Microsoft SQL Server Enterprise y tenemos una larga experiencia creando soluciones adaptadas a las necesidades específicas de compañías de todos los sectores. En el ámbito de la interoperabilidad, hemos logrado optimizar el proceso mediante la plataforma web de mapping Enterprise Information Integration/Master Data Management (EII/MDM), que consigue que conectar los sistemas sea mucho más sencillo e intuitivo que con otras plataformas. Es decir, es más fácil de usar y además, ofrece más garantías. La peculiaridad del EII/MDM es que, a diferencia de las otras plataformas, no adapta cada uno de los sistemas disponibles a los demás —una tarea que resulta muy enrevesada y extensa— sino que, por el contrario, los datos son agrupados a un solo lugar que los comunica y los adapta para que puedan ser entendibles y estén accesibles desde cualquier de los sistemas.
El EII/MDM, por tanto, facilita la integración entre gran cantidad de sistemas y, debido a que cada vez que la empresa adquiere un nuevo sistema no es necesario volver a adaptarlos todos, el proceso favorece la transformación digital de las empresas.
Las plataformas de interoperabilidad ayudan a solucionar de manera efectiva los desafíos que la interoperabilidad entre sistemas plantea. Estas plataformas abordan aspectos clave como:
Antes, algunas organizaciones recurrían a plataformas EAI (Integración de Aplicaciones Empresariales) o similares, mientras que otras optaban por procesos ETL (Extracción, Transformación y Carga) para integrar solo unos pocos sistemas. Sin embargo, el uso de plataformas EAI requería un elevado costo de adquisición, ya que se basaba principalmente en conectores nativos. Por otro lado, a medida que el número de sistemas aumentaba, el mantenimiento, operación y evolución de los procesos ETL se hacían difíciles de controlar y sostener."
Para que la interoperabilidad empresarial sea óptima, es preciso que incluya las tres vertientes:
Microsoft cuenta con una larga trayectoria trabajando para ofrecer grandes niveles de interoperabilidad a sus clientes, a través de prácticas empresariales que incluyen tanto interoperabilidad con sus productos como colaboraciones con clientes, desarrollo de normas para la industria, oferta de recursos para desarrolladores, acceso a la propiedad intelectual de Microsoft, acceso a la tecnología y a herramientas que permiten el desarrollo de soluciones, etc. Todo esto no solo beneficia a las compañías, sino también a los clientes de las mismas y al mercado, beneficiado con mejores oportunidades.
Las bases sobre las que Microsoft fundamenta la interoperabilidad son: soporte para estándares de la industria, conexiones abiertas a sus productos y portabilidad de datos. Concretamente, Microsoft es una empresa comprometida con la conexión abierta entre sus productos y entre sus productos y productos externos a través de APIs o protocolos externos. Asimismo, Microsoft se compromete a acatar las normas en todos sus productos de gran volumen, garantizando la compatibilidad entre plataformas y documentando al detalle todas las extensiones de sus productos. En materia de portabilidad de datos, Microsoft garantiza el diseño de productos de gran volumen y la portabilidad de datos a través de la implementación de los estándares de la industria, los formatos abiertos y la elección de formatos por defecto.
Anteriormente, los proveedores de plataformas y servicios y los integradores de sistemas usaban las ventajas de la propiedad intelectual como un alegato diferenciador ante sus clientes y beneficiarse de datos y modelos de aplicaciones únicos. Por lo tanto, actualmente, para que las empresas puedan beneficiarse de todas las opciones de interoperabilidad que ofrece Microsoft, deben aplicar un modelo de rentabilidad de negocio, evitando así progresos lentos y ventajas tardías. Asimismo, deben ir en busca de modelos de relación entre proveedores a través de soluciones que permitan la complementariedad, la convivencia económica y la obtención de beneficio de las relaciones a largo plazo con sus clientes, priorizando la fidelización por encima de la adquisición de clientes puntuales.
Como ya hemos visto, la interoperabilidad es un ente polifacético que depende de muchas vertientes. Sin embargo, uno de los aspectos clave de para lograr la interoperabilidad dentro de una organización es la integración de sistemas o system integration (SI).
La integración de sistemas es el proceso de integración de todos los sistemas de una compañía, incluyendo los softwares y hardwares, los sistemas informáticos, las aplicaciones y cualquier tipo de tecnología o plataforma operativa. El propósito de la integración de sistemas es conectar toda la infraestructura empresarial, incluyendo tanto los sistemas internos como los externos, para que todos los elementos en juego funcionen como un solo sistema y se habilite la interoperabilidad entre las distintas herramientas.
En los negocios, existen muchos sistemas diferentes que funcionan de forma independiente y están programados con diferentes codificaciones y lenguajes de programación. La integración de sistemas actúa como un intérprete entre estos lenguajes y programaciones diferentes para permitir que los datos fluyan sin interrupciones.
En la práctica, se trata de un proceso de integración de datos que permite la convergencia de información entre todos los sistemas empresariales de forma automática. Sin la integración, las compañías tendrían que introducir manualmente la información en cada sistema, lo que aumentaría el riesgo de errores técnicos, retrasaría los procesos y obstaculizaría el flujo orgánico de intercambio de información. La integración de sistemas es, por tanto, la clave que permite que todas las herramientas funcionen como una red centralizada y con una arquitectura consistente.
Además, la integración de sistemas permite a las empresas actualizar sus herramientas sin tener que cambiar todas las demás ni interrumpir la cadena de conexión. De esta manera, las empresas pueden seguir operando con su infraestructura existente mientras incorporan nuevas tecnologías, software y aplicaciones.
La relevancia de la integración de sistemas ha proliferado cuantiosamente en los últimos años, coincidiendo con la demanda de soluciones tecnológicas y de IT cada vez más complejas por parte de las empresas. Cada vez más, las compañías necesitan recursos, sistemas e invertir en nuevas tecnologías de producción que agilicen las operaciones y procesos y, por consiguiente, se traduzcan en un mayor retorno de la inversión. En este sentido, Grand View Research, consultora de investigación de mercado, publicaba en 2019 un informe en el que se preveía la duplicación de la inversión en integración de sistemas en 10 años, pasando de los 234 mil millones de dólares en 2015, a los 530 mil millones en 2025.
Las organizaciones utilizan cada vez más tecnologías y sistemas que, sin la integración de sistemas, funcionan de manera independiente e incluyen codificaciones, lenguajes, códigos de programación y datos dispares. Así pues, la integración de sistemas es el elemento que permite la unión y estandarización de todos los elementos, posibilitando el intercambio de información y datos empresariales que, en la mayoría de los casos, están en distintos formatos. Gracias a la SI la información puede fluir ininterrumpidamente partiendo de una red centralizada y hacía todas las esferas que conforman una empresa sin necesidad de hacer transformaciones en los datos cada vez que se requiera trasladar la información de un sistema a otro. Por lo tanto, la integración de sistemas es también un proceso de integración de datos que habilita el intercambio de datos automático y evita que la información deba ser introducida manualmente en cada sistema. La introducción manual de datos, por otro lado, incrementa el riesgo de fallos técnicos y retrasa copiosamente los procesos y rutinas de trabajo, cosas que, la integración de sistemas agiliza y resuelve.
Asimismo, la integración de sistemas es cada vez más necesaria debido a la paulatina transformación de las tecnologías empresariales que avanza a ritmo frenético y obliga a las empresas a actualizar sus sistemas, plataformas y tecnologías con asiduidad. Gracias a la integración de sistemas, las compañías pueden actualizar y/o cambiar los sistemas que requieran, a la vez que pueden seguir operando con la infraestructura heredada, gracias a la compatibilidad entre formatos divergentes que proporciona la integración de sistemas.
Como ya se ha antedicho, una de las ventajas de la SI es que posibilita la interoperabilidad de la infraestructura empresarial, el intercambio de información corporativa y la adquisición de nuevas tecnologías sin dificultades de conexión con las demás. Además de lo ya comentado, uno de los beneficios más significativos de la SI es la optimización de las operaciones empresariales. La interoperabilidad, estandarización y conectividad integral mejoran notablemente la productividad laboral y empresarial, disminuyen los costos operativos y el tiempo de respuesta de las herramientas y garantizan que la información estará lista en cuanto se necesite usarla.
Más allá de las rutinas de trabajo, la integración de sistemas también supone una ventaja de cara a los clientes, ya que mejora la calidad de los productos y servicios ofrecidos. En este sentido, la integración de sistemas puede suponer un incremento de los ingresos debido al aumento de las ventas —por adquisición de nuevos clientes o por fidelización de los previos— además de una reducción de costos.
Por otro lado, debido a su naturaleza, la integración de sistemas es una apuesta segura para la mejora de todas aquellas actividades, procedimientos y operaciones relacionados con los datos.
Otras de las ventajas destacables de la SI en el ámbito empresarial son:
La integración de sistemas requiere de procedimientos complejos que pueden ocasionar problemas. Las metodologías empleadas para llevar a cabo un proceso de integración de sistemas pueden variar según la cantidad de sistemas en juego y las necesidades y objetivos de cada empresa.
Algunos de los problemas más habituales que suelen ocurrir durante los procesos de integración de sistemas son:
Anteriormente las empresas que contaban con pocos sistemas solían usar plataformas EAI (Enterprise Application Integration). Sin embargo, el uso de estas plataformas no es recomendable debido a su gran coste de adquisición y poca rentabilidad. Otras organizaciones integran sistemas a partir de procesos ETL que, si bien suelen funcionar muy bien en un principio, son difíciles de mantener cuando los sistemas y tecnologías se multiplican.
Bismart, que tiene una larga experiencia integrando sistemas y habilitando la interoperabilidad de forma eficiente para otras compañías, ha creado una solución integral y específica para facilitar los procesos de integración de sistemas y resolver con éxito las problemáticas que suelen plantear. Enterprise Information Integration & Master Data Management es una solución de integración de sistemas, data management e interoperabilidad que, a través de una plataforma única basada en Power BI y desarrollada con Microsoft SQL Sercer, logra implementar la integración de sistemas y de datos focalizándose en las necesidades informativas de las compañías. Además, se trata de una plataforma flexible —adaptable a las particularidades de los distintos sistemas de los que pueda disponer cada compañía— y facilita el intercambio de información empresarial entre sistemas, centralizando la gestión de los datos maestros y las integraciones en un solo punto de referencia. EII/MDM es una solución de rápida implementación gracias a su diseño que reduce el número de integraciones necesarias y minimiza los esfuerzos necesarios para desarrollar el proceso. Una vez implementado, EII/MDM trabaja prácticamente a tiempo real y capacita la escalabilidad a largo plazo gracias a su capacidad de soporte de grandes volúmenes de sistemas, tecnologías, interfaces de integración y datos.
El mercado tecnológico está claramente diversificado. En los últimos 10 años, la oferta de software, herramientas tecnológicas y aplicaciones se ha expandido drásticamente, creando un mercado en el que los grandes gigantes tecnológicos ya no representan una parte significativa del mercado total.
Esta realidad ha llevado a las compañías proveedoras de tecnología a enfatizar la interoperabilidad y la integración entre sistemas como un valor añadido clave de sus soluciones.
En efecto, muchos proveedores tecnológicos ofrecen soluciones diseñadas para ser extensibles, es decir, la capacidad de ampliar un software o tecnología con otro software que no necesariamente tiene que ser del mismo proveedor. Este fenómeno se conoce como tecnología flexible, ya que se puede ampliar y también a través de otro proveedor.
En estos momentos, un software que no sea compatible con otras plataformas y tecnologías tendrá dificultades para tener éxito en el mercado, aunque su rendimiento sea superior al de otras herramientas.
En la actualidad, la interoperabilidad es un aspecto crucial. Piénselo por un momento en su empresa y en las herramientas que utiliza a diario. Es probable que no todas sean de un solo proveedor tecnológico.
Las empresas están cada vez más involucradas en la tecnología, la digitalización y la gestión de datos. La tendencia hacia la tecnología y la explotación de datos requiere la utilización de múltiples herramientas que deben ser compatibles entre sí y permitir la integración de datos. Los datos son un recurso valioso en el mundo del negocio, por lo que para que las organizaciones puedan evolucionar hacia una cultura cada vez más basada en datos, es necesario que los software y sistemas empresariales no obstaculicen el flujo de información.
La integración de datos es un aspecto clave de la integración de sistemas, por lo que a la hora de invertir en cualquier solución tecnológica, las empresas deben evaluar las opciones de interoperabilidad que ofrece.
Para que la diversidad de software, sistemas y herramientas no sea un problema, los sistemas deben ser capaces de compartir información y datos entre ellos, es decir, la interoperabilidad.
Por otro lado, la interoperabilidad entre sistemas es fundamental para asegurar la automatización de procesos eficiente, permitiendo el flujo ininterrumpido de información en tiempo real.
Además, tener un entorno tecnológico integrado es esencial para mantener las herramientas y software actualizados, lo que contribuye a la escalabilidad y a la capacidad de responder a las necesidades de IT a largo plazo, mejorando la productividad.
La tecnología está avanzando rápidamente y las necesidades de las empresas también cambian con el tiempo, por lo que es cada vez más frecuente que las organizaciones actualicen su infraestructura tecnológica y los protocolos asociados a sus herramientas. Para que estos cambios sean posibles, la interoperabilidad es imprescindible, permitiendo a las empresas incorporar nuevas tecnologías y actualizar software sin tener que renunciar a su infraestructura existente y a otros sistemas empresariales.
La Biblia, específicamente el libro de Génesis, contiene un ejemplo temprano de interoperabilidad en su relato sobre la Torre de Babel. La historia cuenta que después de un diluvio universal, los descendientes de Noé y su familia, quienes sobrevivieron a la catástrofe, viajaron a Babel y decidieron construir una torre que alcanzara el cielo. En aquel momento, todos hablaban el mismo idioma, pero Dios castigó a los humanos al hacer que cada uno hablara un idioma diferente y no pudieran entenderse.
Este mito bíblico es una explicación de por qué hablamos diferentes idiomas, pero también puede ser visto como un ejemplo de la importancia de la interoperabilidad y las consecuencias negativas que puede tener la falta de integración entre sistemas.
En resumen, si aplicamos el mito de la Torre de Babel a la actualidad, Dios castigaría a las organizaciones haciendo que sus sistemas, máquinas y herramientas hablaran diferentes idiomas y no pudieran comunicarse entre ellos, algo que ya sucedía antes y que se solucionó gracias a la interoperabilidad.
El relato bíblico de la Torre de Babel es, por lo tanto, un claro ejemplo de por qué la interoperabilidad es imprescindible.
Hoy en día, la interoperabilidad no solo es un requisito para los sistemas internos de una compañía, sino que también es esencial para que las empresas puedan colaborar entre sí y generar sinergias entre organizaciones.
La interoperabilidad está ganando importancia en el segmento de mercado que apuesta por los entornos cloud debido a la creciente cantidad de sistemas de información de diferentes proveedores que deben trabajar juntos para compartir datos y procedimientos. Esto ayuda a los clientes a reducir la complejidad en sus infraestructuras, promover la toma de decisiones y facilitar la innovación en un mercado muy competitivo. Al mismo tiempo, la interoperabilidad permite valiosas conexiones comerciales, ya sea entre personas, información o empresas en una cadena de valor.
Hace ya años que la interoperabilidad está en el punto de mira de los negocios, pero cada vez más se está posicionando como un elemento más y más relevante y necesario para los proveedores de servicios en la nube, en su intento de apropiarse de un mercado con gran potencial: el de las grandes cuentas o "Enterprise".
Su potencial se debe a que estas compañías suelen disponer de sistemas de información divergentes, de diferentes proveedores y tienen una gran necesidad de que estos sistemas estén conectados para poder trabajar de forma fluida entre ellos. En este sentido, la interoperabilidad entre sistemas es crucial para que los negocios puedan trabajar con rapidez, de forma sencilla y con una infraestructura coherente e interconectada. Además, la interoperabilidad propicia la creación de más conexiones comerciales de valor, a la vez que favorece la innovación y la toma de decisiones.
A nivel general, la interoperabilidad siempre ha sido una de las grandes ventajas de los entornos y servicios cloud.
Cuando se habla de interoperabilidad, se deben tener en cuenta tres componentes clave: la técnica, la legal y la empresarial. En primer lugar, la interoperabilidad técnica implica compartir datos y conectar diferentes sistemas. Esto se logra a través de la estandarización de interfaces abiertas, servicios de interconexión, integración de datos, middleware, presentación e intercambio de datos, accesibilidad y servicios de seguridad. Además, es necesaria una cobertura legal adecuada para generar confianza entre los desarrolladores y usuarios. Esto, combinado con los estándares y plataformas abiertas, es la única forma de lograr una interoperabilidad efectiva. Las empresas que trabajan con proveedores de nube bien establecidos y que garanticen la interoperabilidad se benefician al delegar o compartir algunas de sus obligaciones y requisitos normativos y de protección de datos. Estos proveedores tienen una gran experiencia en estándares y cumplimiento normativo, lo que les permite gestionar de forma segura los datos más confidenciales de sus clientes.
Por último, la interoperabilidad empresarial se refiere a la capacidad de una empresa para interactuar con otros, como socios, clientes, proveedores y prestadores de servicios, compartiendo información. El nivel óptimo de interoperabilidad depende de la interacción entre la interoperabilidad y sus circunstancias, así como de la empresa extendida, empresa virtual y subsistemas de la empresa.
Microsoft ha realizado y sigue realizando cambios de amplio alcance en su tecnología y prácticas empresariales para fomentar una mayor interoperabilidad, con un enfoque que incluye la interoperabilidad en sus productos, colaborar con clientes, socios y competidores, apoyar y desarrollar normas de la industria y proporcionar recursos para desarrolladores y acceso a la propiedad intelectual de Microsoft.
Para socios y desarrolladores, los esfuerzos de interoperabilidad proporcionan acceso a la tecnología y las herramientas que ayudan a crear soluciones a las necesidades de los clientes y, al mismo tiempo, mejoran las oportunidades del mercado. Para promover esta interoperabilidad y garantizar el atractivo continuo de sus productos para desarrolladores y clientes, Microsoft se ha comprometido a diseñar los productos de gran volumen y a dirigir su negocio de conformidad con los siguientes principios: conexiones abiertas a sus productos, soporte para estándares de la industria y portabilidad de datos.
Más en detalle, Microsoft se compromete a establecer y mantener conexiones abiertas entre sus productos de gran volumen y los productos que no son de Microsoft, ya sea a través de protocolos externos o de APIs y se asegurará de que estas conexiones estén abiertas para que cualquier desarrollador pueda usarlas para conectarse a sus productos. También se compromete a apoyar las normas pertinentes en sus productos de gran volumen y hacerlo de una manera que promueva la interoperabilidad con el soporte a los principales estándares, asegurando la máxima compatibilidad y documentando todas y cada una de las extensiones incluidas en sus productos. En lo que concierne a la portabilidad de los datos, se compromete a diseñar sus productos de gran volumen y a proporcionar documentación para habilitar dicha portabilidad de datos con la adopción los estándares de la industria, formatos abiertos y permitiendo la elección de los formatos por defecto.
Todas estas consideraciones, aunque importantes por sí mismas, no pueden hacernos olvidar que es necesario un modelo de rentabilidad del negocio para soportar las ambiciones de interoperabilidad de clientes y proveedores o, de otro modo, el progreso será lento y los beneficios no llegarán tan rápida y fácilmente como todos los actores desean. Esto es así porque, tradicionalmente, tanto proveedores de plataforma y servicios como integradores de sistemas han esgrimido las ventajas de la propiedad intelectual de cada uno de ellos como un argumento diferenciador para conseguir clientes y extraer beneficios de modelos de aplicaciones y datos únicos, garantizar el cumplimiento de normativas si y solo si se usaban sus soluciones y servicios así como de fomentar relaciones cerradas y exclusivas entre los diferentes elementos de la cadena de valor.
Por eso, para encontrar el modelo de negocio y rentabilidad que soporte la plena y fácil interoperabilidad, es necesario que vayamos al encuentro también de modelos de relación entre los diferentes proveedores basado en la complementariedad de las soluciones, la convivencia económica de diferentes desarrollos y la búsqueda del beneficio en la relación continuada con los clientes más que en la oportunidad puntual de hacer una venta.
Si la principal fuente de beneficio de una empresa es su ventaja competitiva en un mercado, hagamos de la interoperabilidad una de esas ventajas ya sea en los proveedores como en las empresas usuarias y que la adaptabilidad y la cohesión de datos produzcan el aumento de la productividad, el ahorro de costes, la escalabilidad y la rapidez de despliegue de aplicaciones que soporte ese modelo de rentabilidad necesario para fomentarla.
Nuestra amplia experiencia en procesos ETL, calidad de datos, gestión de datos maestros, gobierno de datos, etc. adquirida en diversos proyectos de Data Warehouse, nos ha permitido abordar con éxito los desafíos de la interoperabilidad entre sistemas en empresas de diferentes industrias, como la industrial, el ocio y el transporte.
Nuestra combinación de tecnologías, como Microsoft SQL Server Enterprise (Master Data Services, Data Quality Services, Integration Services, Power BI) y nuestra metodología y soluciones innovadoras de Bismart, hacen que sea más fácil encontrar una solución efectiva para la mayoría de las organizaciones.
Integración de datos: garantiza la integridad de la información al transferir los datos entre los sistemas que participan en los procesos empresariales.
Gestión de datos maestros: combina y normaliza los datos maestros en un solo sistema para su uso por diferentes sistemas.
Data governance: gestiona el ciclo de vida completo de la información basado en una arquitectura de metadatos y potentes tableros de control.
Nuestro approach reduce la necesidad de realizar múltiples integraciones y simplifica el proceso de integración de información entre sistemas. Además, garantiza la normalización de los datos y la integridad de la información. Nuestra forma de abordar la interoperabilidad facilita la gestión y reutilización de datos maestros y ofrece un control total sobre los procesos de integración. También es 100% autodocumentada mediante metadatos y se adapta fácilmente a la RGPD.
